Otras Narraciones de esta misma Colección

Más abajo tienes un VÍDEO con extractos del contenido

fundidos en una bellísima música y en hermosas imágenes


La historia, fotografía e imágenes y el correspondiente vídeo han sido creados por María José Moreno

Décima Narración de la Colección «Viajes de Ben»

La música del Vídeo pertenece al espléndido compositor Juan Carlos García


10ºViaje. En el Teton se respira la Navidad y pronto serán las Audiencias de la Junta Kármica. Hoy Ben aprende lo que es un Centro de Paz: «estos Centros facilitan la expansión de la ayuda que los Seres de Luz pueden prestar a la Humanidad».  


***

Ben Viaja… al Petición de un Centro de Paz [10º Viaje] 


INTRODUCCIÓN :  BEN  VIAJA … 

    Como cada noche, Benjamín se mete en su camita y recita su oración preferida:

    «Hola Dios, estoy muy contento. Dime muchas cosas que quiero aprender y ahora no sé porque soy pequeño. Deseo recordarlas todas, todas, y cuando sea mayor entenderlas muy bien. Gracias Dios, te quiero mucho».

    Luego cierra los ojitos y se deja mecer por un suave balanceo…

    Y va por el aire y vuela por encima de montañas y mares…

    Otras veces simplemente aparece en el lugar que esa noche visita.

    Y llega al sitio exacto que necesita.

    Después escucha…

    … Escucha la voz de su hermano mayor Imanol, y sabe que le acompañará, como siempre, en este viaje. También siente muy cerca a Papá y a Mamá y, aunque no les puede ver ni oír, sabe que estarán a su lado.

    Entonces Ben, viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho: «Sí, quiero seguir».  

… A LA PETICIÓN DE UN CENTRO DE PAZ   

       — « ¡Estas Navidades son las más bonitas que he visto!».

    Animado por tanto movimiento y regocijo, Ben disfruta con el incesante tránsito de Visitantes Celestiales y otros muchos individuos que, como él, circulan por las estancias del Retiro del Royal Teton.  

       Apenas pasados unos minutos encuentra al amigo de su hermano y corre hacia él; ahora ya sabe que su nombre es Pablo. Éste acude presuroso sonriendo ampliamente:  

   — « ¡Feliz Navidad! ¿Vienes a la primera reunión del Tribunal Kármico?».

     Ahora que ha pasado Nochebuena y Navidad ya comienzan las Sesiones.

      Benjamín asiente, y Pablo le toma de la mano mientras señala unos bellísimos recintos a su lado:   

   — «Mira, están abiertas las Cámaras que enlazan con el Salón de Conferencias Central».  

    Como si de una inmensa flor se tratara, el Salón Principal se encuentra rodeado por las siete Cámaras del Concilio mayores, conectadas a él por la delicada maya de unas exquisitas cortinas de oro.  

      Diversas puertas corredizas permiten que se puedan utilizar en Conferencias más pequeñas durante el resto del año. Estas Salas han sido excavadas en la roca, unidas precisamente al Salón original para dar cabida a un mayor número de estudiantes de la Luz en las diversas Ceremonias que en éste se celebran. 

      — « ¡Oye, Pablo!, ¿hasta cuándo se estará reuniendo el Tribunal?», pregunta Ben.   

   — «Las Audiencias suelen acabar sobre el 31 de Diciembre, o el 30 de Junio si es la apertura de verano, y luego deliberan.

    »En el caso de que nosotros hayamos formulado alguna petición desde casa, es precisamente en esa fecha cuando debemos quemarla… ¿Lo recuerdas?  

    »Ya sabes cómo va, todos podemos hacerlo: la escribimos en un papel y luego, antes del día 15, la dirigimos mentalmente al Salón del Gran Concilio; así aparecerá en este enorme Tablero de Anuncios que se encuentra fuera del Salón».  

      — «Pero podemos mandársela al Ángel de los Pergaminos, ¿verdad? ¡Yo le vi una vez!», exclama alborozado el niño.  

       — «Desde luego. Él es el ´Custodio de los Pergaminos´, justamente Quien se encarga de organizarlo».

        Y señalando el Tablero añade: 

    — «Creo que esta vez hay un montón de demandas para el año que entra…». 

       La inmensa variedad de notas prendidas en él deleita a quien se acerca. Profusión de Planes, unos escritos en pergaminos de diferentes colores, los hay con letra de oro, o incluso tallados en bloques de madera.  

      — «Algunas Solicitudes pertenecen a los Siete Arcángeles; otras a los Maestros que dirigen los Rayos de Luz; los Directores de la Naturaleza también han colocado las Suyas…  

     »Bueno, son muchos los Seres Luminosos que traen Aportaciones y las colocan aquí esperando, entre otras cosas, que nosotros, los que todavía no estamos perfeccionados, nos interesemos en Sus Propuestas y ofrezcamos nuestra colaboración».  

    — « ¿Quieres decir que les podemos ayudar desde casa?».

  — « ¡Por supuesto! Desde casa, desde el trabajo, desde un Grupo Espiritual…».

  Y buscando con la mirada, aplica su atención a un corro de ocho personas que en silencio escuchan lo que un joven les está diciendo.  

  — «Fíjate en aquél grupo. Es un Equipo de Entrenamiento Espiritual. El que habla, además de un gran músico de la Luz, es su instructor espiritual». 

       Ben divisa a nueve personas absortas en lo que parece una improvisada reunión, todos pendientes de las palabras de uno de ellos muy alto y delgado. Pablo continúa diciendo:    

    — «Aunque forman parte de un grupo más grande, éstos traen su petición específica».  

     — « ¿Han venido a ofrecerse para ayudar?», pregunta Ben.

    — «Puede. Pero en este caso básicamente acuden al Concilio ofreciendo sus energías y buscando apoyo para sacar adelante un nuevo proyecto: abrir un Centro de Paz local».  

   — «Un Centro de Paz…», repite el niño pensativo.  

     — «Sí. Se trata de recintos dedicados a la Divinidad que en Realidad Somos y que está alojada en nuestro interior.

    »Estos Centros facilitan la expansión de la ayuda que los Seres de Luz pueden prestar a la Humanidad.  

     »Se usan para meditar, estudiar... En fin, allí se enseña a quien quiere saber más sobre la Vida que late en el Corazón de todo lo que existe; la Vida que nos ha creado y que está por todas las partes». 

      — « ¡Lo entiendo!». Ben se queda un minuto pensando…  

      — «En mi casa tenemos un ático con una terraza muy grande. Mi mamá está muy contenta porque le gusta la jardinería, y ha plantado tantas flores en la terraza que se ha formado un jardín pequeñito. Ahora dice que desea enseñar a otros a ´cuidar a las flores y a las plantas que tanto nos dan´. Por eso ha subido muchas sillas, ¡para  reunir los jueves a gente que quiera aprender!». 

      — «Eso es. Este Centro de Paz que van a abrir es también algo similar, pero con intereses distintos. Con él ellos tendrán un lugar para agruparse y educarse juntos, y a su vez también podrán instruir a personas que igualmente deseen formarse

   » Además, estos lugares se convierten en potentes Focos de Luz que ayudan a iluminar a todo el Planeta».

    Y le mira con cariño:

    — «Parecido a lo que hace la lámpara de tu dormitorio».  

      Ben sonríe recordando la lámpara gigante en forma de estrella dorada que está justo en medio del techo de su habitación. ¡Le gusta tanto!  

     — «Entonces… será muy bueno para mucha gente, ¿verdad?», dice.  

    — «Claro. Por eso han venido. Además, como Grupo la eficacia es claramente mayor. Los Maestros SIEMPRE apoyan las actividades cuando son para beneficio de muchos».  

    — «Sí…». Y con embeleso Ben recuerda cómo fue atendida la petición que un día hiciera para mejorar las relaciones de algunos niños en su escuela. 

     A este recuerdo vienen a unírsele otros más difusos…

      Nota cómo el momento de marchar se acerca y se rebela ante ello, ¡quiere permanecer allí! Viendo que no lo puede remediar, decide dejarse ir con el firme propósito de volver en breve y poder comprender tantas y tantas cosas que le gustaría saber.  

    Los últimos pensamientos revisten con una intensa Luz Dorada de un palpitante matiz Rosado la nítida imagen de aquél pequeño grupo dentro de su delicioso y refrescante Centro de Paz, y con una leve sonrisa de gratitud les felicita desde su Corazón.    

  

EPÍLOGO

 

    Sus manitas frotando sus ojos le devuelven a la clara luz de la mañana.

    Ahora, enseguidita, vendrán a despertarle.

    De nuevo sentirá el amor de papá y mamá, y estará con Imanol que siempre le ayuda y juega con él, y hará muchas cosas divertidas.

    Y viendo que todo es perfecto, piensa satisfecho:

 

    «Sí, quiero seguir».  

 

FIN

Pulsa en PLAY para ver el VÍDEO