Otras Narraciones de esta misma Colección

Más abajo tienes un VÍDEO con extractos del contenido

fundidos en una bellísima música y en hermosas imágenes


La historia, fotografía e imágenes y el correspondiente vídeo han sido creados por María José Moreno

Primera Narración de la Colección «Estrellita»

La música del Vídeo pertenece al espléndido compositor Juan Carlos García

 

Episodio I. Cada noche la dulce cadencia de la voz de mamá prepara a Estrellita para un viaje interior que abarca desde el relato de su nacimiento hasta su visita diaria a los Parajes Celestiales.


***

Estrellita, la Flor [Episodio I]

 

 

Estrellita es una niña de unos tres años que vive con sus papás y con sus siete hermanos. Ella es la más pequeñita, y por eso todos la cuidan y la miman. Esto le gusta mucho…, aunque hemos de reconocer que ella se hace querer. Su carácter dulce y alegre gana la simpatía de todo el que la trata, y tanto sus vecinos como los miembros de su propia familia quedan fascinados en su presencia.

Hoy, como cada noche al irse a dormir, su mamá la acompaña y le cuenta la historia de cómo vino al mundo:

- «Mira, Estrellita, tú naciste de una flor, una gran flor dorada. Al principio todos sus pétalos se encontraban plegados y no se te podía ver; pero un día comenzaron a abrirse uno a uno y entonces… ¡apareciste tú!

«Allí estabas dormidita y acurrucada sobre el mismo centro de la flor.

«A medida que sus finas hojas de oro se iban extendiendo, cada parte de tu pequeño cuerpo se descubría. Lo primero que surgió fue el pie derecho, y luego pudimos advertir que justo debajo se hallaba el otro piececito. Después asomaron recogidas tus piernecillas, y al poco comenzaron a verse unos brazos bien dobladitos sobre el cuerpo…, y tras ellos, por fin, se mostró la cara. Ambas manos reposaban en el tierno corazón de la flor y servían de almohadilla a tu rostro, que yacía sosegado sobre uno de los carrillos en una bella expresión de placidez…  ¡Era tan hermoso mirarte! »

Entonces su mamá hace una pausa y, sonriendo, le acaricia el pelo y continúa el invariable relato. 


Mientras tanto la niña, que se halla arrebujada en su camita bien tapada con el edredón, observa con los ojos muy quietos las facciones de su mamá, escuchando atentamente la cadencia de sus palabras.

- «Cada uno de los pétalos de la flor contenía una palabra diferente escrita, todas ellas de un significado muy, muy especial… ¡designaban el nombre de diversas Cualidades Sagradas!

«Su lento desplegar dejaba emerger tu cuerpecito, que era bañado en su primoroso Don al tiempo que la palabra se iba borrando de la bella hojita hasta quedar ésta por completo inmaculada en su radiante tono dorado. De esa manera, ordenadamente, cada pétalo de la flor te fue concediendo su Magia, haciendo de ti una niña rica en amor, en voluntad, en paz, en belleza, en inteligencia, en generosidad, en alegría, en felicidad… y en tantas otras Virtudes que sostiene tu Corazón. »

De nuevo su mamá calla contemplando a la pequeña en serena intimidad. Sabe que con el tiempo su comprensión será mayor; sin embargo, por ahora es la calidez de su voz y su envolvente presencia lo que realmente le alcanza. Retomando la narración, con infinito amor le refiere el último episodio.

- «Ahora, Estrellita, tú vas a dormir; y mientras duermes tu Ángel de la Guarda te acompañará hasta unos encantadores parajes llenos de color y de música que te ilustrarán con extraordinarias lecciones.

«Verás jardines inmensos con muchas clases de flores, y fuentes con agua de Luz que cantan, y pájaros saltarines de hermoso plumaje y delicados trinos…

«Encontrarás más niños y también personas mayores que, como tú, viajan cada noche a esos lugares.

«E igualmente verás a otros Seres tan Amorosos como tu Ángel… Éstos te enseñarán a escuchar, a tomar decisiones; te llevarán a algunos sitios donde necesiten algo de ti, y tú ayudarás en lo que sepas y puedas, porque tu Amigo, tu adorado Ángel, cuidará de que aprendas a hacerlo. Y tú, princesita, lo lograrás porque posees todos los Talentos que la Flor de tu Nacimiento te dispensó. »

Arrobada, la chiquilla asiente satisfecha, y al instante formula la misma pregunta que cada noche hace llegado este punto:

- « ¿Y en dónde está mi flor, mamá? », gorgorea feliz regodeándose anticipadamente en la respuesta.

- «La flor se encuentra aquí», dice señalándole el pecho, «¡en tu corazón! » Y riendo le hace cosquillitas mientras la niña se desternilla removiéndose en su diminuta camita sin poder contenerse.

En medio de tan tierna complicidad llega el momento de dejarla. La mamá se despide con un suave beso en la mejilla, arropándola levemente en un delicado gesto de amor y cobijo.

 

Entonces, pronto, la noche cae; y al quedarse dormida, justo en el momento en que las estrellas del cielo comienzan a brillar, despierta en ella otra Estrella Superior que brota desde el mismo centro de su Corazón… es la Flor de su Nacimiento que brilla y brilla en el silencio de un descanso entregado y sincero.


FIN

Pulsa en PLAY para ver el VÍDEO