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Más abajo tienes un VÍDEO con extractos del contenido

fundidos en una bellísima música y en hermosas imágenes


La historia, fotografía e imágenes y el correspondiente vídeo han sido creados por María José Moreno

Segunda Narración de la Colección «Estrellita»

La música del Vídeo pertenece al espléndido compositor Juan Carlos García

 

Episodio II. El canto de Estrellita en el jardín de su casa revela a su quinto hermano el significado de la verdadera Inspiración musical.


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Estrellita y el Canto [Episodio II]

 

Es muy temprano y Estrellita se encuentra en el hermoso jardín de su casa canturreando una canción. Aunque sólo tiene tres añitos la entonación es perfecta y su dulce voz parece despertar un brillo especial en las flores que la rodean.

El quinto de sus siete hermanos ha salido a pasear un momento y la ve; aunque está acostumbrado al quehacer pacífico de la niña hay algo intangible en ella que siempre le sorprende. Se acerca y le  pregunta con ternura:

- «Estrellita, ¿qué es lo que cantas? »

La niña cesa en el acto y le mira.

- «No sé, tato. Me gusta. La Señora me ha dicho que cante con Ella», y soltando una risita prosigue como si nada.

A pesar de que él no puede ver a nadie sabe que su hermana sí. Podría suponer que esa señora es algo inventado por la niña, como una especie de amigo invisible; sin embargo está seguro de que no es eso. Puede que sea una amiga invisible, desde luego, pero tan real como ellos mismos. No comprende por qué lo cree, no obstante tiene la certeza de que es así. De hecho desde que era bien pequeñita, antes incluso de cumplir los dos años, con frecuencia la hallaban entregada a unos juegos que ellos no podían descifrar, tal pareciera que los compartiera con unos Seres a los que la familia no tenía acceso. Pero ninguno de los hermanos puso en duda jamás que realmente había Alguien de orden superior con ella; quizás porque sus mismos padres así lo consideraban.

Biológicamente es la más pequeña de los siete, pero su espíritu generoso, abierto y sagaz, su sensibilidad y discernimiento, a veces casi les lleva a olvidarlo; parece alcanzar alturas de entendimiento vedadas de momento para ellos. A pesar de tan corta edad su andar es ligero y armonioso y toda ella irradia un halo de paz que impregna cuanto toca.

En este momento la ve deslizarse entre macizos florales y arbustos colmados de incipientes capullos. La oblicua luz matinal une su vitalidad a tan entregado dinamismo arrancando destellos que, fugaces, conciertan un mismo ritmo melódico. El jardín en pleno se muestra expectante; diríase que cada mañana espera su presencia y ahora recibe con regocijo la refrescante lluvia de su canción.

Escuchando su voz el hermano la observa pensativo… Precisamente él es un gran amante de la música. Hace sus modestos pinitos en el campo de la composición e incluso ha llegado a grabar varias piezas, aunque de momento sea en un plan más bien casero. 

Siempre elige cuidadosamente tanto lo que escucha como lo que él mismo interpreta. Conoce el enorme impacto que la música ejerce en las personas, en los animales; en realidad en todo cuanto existe, ¡hasta en las cosas aparentemente inertes! Sabe que es muy importante sembrar de acordes y notas sublimes el entorno y la conciencia, por eso está dispuesto a contribuir en lo que pueda para expandir este conocimiento.


Tiempo atrás sus padres le dejaron una pequeña porción del enorme ático de la casa para su uso y disfrute precisamente por facilitarle el desarrollo de ese talento natural. Allí ha ido colocando pacientemente los instrumentos y el equipamiento electrónico de índole musical que poquito a poquito reúne. Es su espacio particular, y desde un principio la familia ha respetado su privacidad porque son conscientes de la delicada sutileza inherente a la energía creativa.

Sin embargo la cosa no quedó solo en eso. Con posterioridad a ese hecho los padres pensaron que sería buena idea adjudicar uno a cada hermano, dándoles a todos ellos la oportunidad de disponer de un ámbito reducido e íntimo donde ahondar y revelar más de sí mismos.

Procedieron a dividir la zona superior de la casa básicamente en siete cuartos dispuestos alrededor de un espacioso patio interior abierto, poniendo muy especial cuidado en la estética, tanto de cada sección como del conjunto. 

Los siete chicos estaban encantados y cada cual plasmó su impronta según sus gustos y deseos, acondicionando el recinto en base a necesidades y expectativas concretas. Curiosamente todos decidieron aplicar un solo color como base decorativa; y más curioso aún, ninguno de ellos coincidió en el color elegido.

Al final ha quedado una hermosa planta alta dividida con gusto y equilibrio. El acceso tiene lugar a través de un distribuidor que comunica por una parte directamente al patio interno y por otra a una terraza semicircular que, a especie de balcón, domina visualmente los parajes adyacentes a la casa. Junto a su puerta también hay instalado un cuarto de baño amplio y bien aireado.

Las habitaciones se encuentran perfectamente iluminadas y rodean la amplia zona central descubierta. Cada una tiene una pared entera de cristal con puertas correderas para acceder al patio, y a través de ellas se puede ver perfectamente el cielo abierto por encima de la fuente central y de las diversas bancadas dispuestas en torno a la misma. El pavimento exterior es satinado y blanco, de modo que parece multiplicar el brillo natural del día. Cuando el Sol está alto y su luz cae sobre la fuente, diamantinas chispas salpican el aire. La cadencia del agua y el silencio reinante armonizan la atmósfera del lugar, trayendo un encanto adicional a la franja multicolor que conforman las cámaras.

Como esta partición ocurrió antes de que Estrellita naciera sólo hay siete salas disponibles. De momento esto no les preocupa. Por alguna extraña razón todos los hermanos sienten que la niña no es ajena a ninguna de ellas; para Estrellita todas las puertas están abiertas de par en par y sólo su innata sutileza y desapego la mantienen un tanto al margen de las recurrentes invitaciones. Los intereses de la niña, por otra parte, de momento se centran más que nada en el jardín.

Remodelar el ático ha sido realmente una gran idea. En este ambiente de callada reserva el corazón musical del quinto hermano ajusta cada detalle a su requerimiento. Aplicando una discreta gama de verdes ha logrado un ambiente acogedor y utilitario dentro de su propia estancia. Instala cuidadosamente el equipo de que dispone y planifica aquél que con más inmediatez habrá de venir. Con paciencia, interés e intuición va consolidando el puente interno que le enlaza cada vez más intensamente con la Llama Creadora que siente palpitar en su pecho.

Cuando en este instante en medio del jardín escucha la delicada cantilena de su hermana, comprende que un Ángel de la Música ha tocado a su puerta a través de ella. Nota abrirse dentro de sí un espacio fuera del tiempo que conecta con Orquestas más allá de la audición común; comprende que la Música YA viene hecha y que a él sólo le resta interpretar lo mejor posible aquello que se le está regalando. 

El irresistible deseo de compartirlo implanta en su interior la convicción de que logrará transmitirlo y le inspira a comenzar una nueva composición.

Sabe que el compromiso, la fe y la humildad le ayudarán a llevar a buen término su tarea. Es un Servicio a la Vida que ha sido llamado a prestar y está dispuesto a asumir la responsabilidad y la disciplina que conlleva.

Da gracias por la oportunidad que se le ofrece a través de la niña, de su familia y de esos Seres Radiantes que tanta asistencia dan a la Tierra.


Sus ojos, plenos de gratitud, se encuentran ahora con los de Estrellita, y en ese instante tiene lugar una intensa comunicación que no sabe descifrar, pero que le llena de calma y seguridad.

FIN

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