Otras narraciones Independientes

Más abajo tienes un VÍDEO con extractos del contenido

fundidos en una bellísima música y en hermosas imágenes


La historia, fotografía e imágenes y el correspondiente vídeo han sido creados por María José Moreno

Forma parte de un conjunto de Narraciones Independientes las unas de las otras

La música del Vídeo pertenece al espléndido compositor Juan Carlos García

 

Querido lector, en este cuento te propongo una pregunta cuya respuesta está distribuida a lo largo de todo el texto. ¡Te invito a localizarla!  


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La pregunta 


Querido lector que escuchas con el Corazón, con este cuento te propongo que participes si lo deseas. Lee la historia y verás que al final te hago una pregunta cuya respuesta se halla distribuida a lo largo de todo el texto. ¡Te invito a localizarla!  

Esto era unos muchachos decididos a formar una pequeña orquesta. Acudían al mismo instituto, aunque al principio no se conocían. Resultó que sus padres estaban relacionados de un modo u otro con el mundo de la música, lo cual determinó su asociación. En este curso, por esas cosas que tiene la vida, tres de ellos coincidieron en la misma clase; el cuarto estaba un nivel por encima. Sin embargo, no fue en el centro sino a raíz de unas giras organizadas por uno de los padres como entraron en contacto los cuatro. Concurrieron en una de las veladas de esparcimiento programadas para fomentar la conexión e intercambio artístico, donde músicos y acompañantes se solazaban interpretando espontáneamente cualquier pieza.  

Solían formarse tercetos o cuartetos espontáneos, y en aquella ocasión todo sucedió para los chicos con tanta naturalidad que pareciera estar ya proyectado. Sin planearlo se hallaron tocando juntos una pieza para cuerda bastante difícil de interpretar, y era tal su compenetración que tanto ellos como los asistentes quedaron perplejos. ¡Allí se descubrieron! A partir de esto comenzaron a juntarse en los recreos y sobre todo fuera de las clases.

La idea de formar un grupo musical partió de uno de ellos que hacía ya tiempo que venía madurándola, aunque hasta entonces no había visto que fuera el momento. Rafa, que así se llamaba, era un virtuoso del violín; tanto su padre como su madre formaban parte de una sinfónica de cierto renombre y en su casa prácticamente se vivía por y para la música. Hijo único, desde bien pequeño acompañaba a sus padres en casi todos sus conciertos. Había aprendido a admirar la música con una apertura de mente y criterio que le llevaba a explorar siempre nuevas cosas. Tras la pasmosa coyuntura de aquella noche supo que todo encajaba y que había llegado la hora de intentarlo. La entrañable experiencia del cuarteto fortuito podía convertirse en algo más.

Hablaron mucho de ello y juntos empezaron a contemplarlo con seriedad. Rafa les explicó que había pensado en un grupo donde se acoplara la música vocal e instrumental para lograr un efecto que, según él, podría fundir el mismísimo Cielo con la Tierra. Alegaba que hay una Música que lo envuelve todo; que cada ser, cada cosa e incluso cada situación contiene su propia Nota Tonal, y que él pretendía despertar las sutiles vibraciones de dichas Notas acercando las grandes Sinfonías Cósmicas al oído promedio. Por eso sentía que les necesitaba. Aunque a través de su ambiente familiar había conocido a muchos estudiantes de música, nunca se había notado tan cómodo e identificado como con ellos.   

Y así el acercamiento de los cuatro jóvenes en el instituto se intensificó. Los dos que compartían aula con él tocaban con bastante habilidad varios instrumentos, precisamente de cuerda también. Se llamaban Carlos y Mario. El primero mostraba predilección por el chelo, mientras que Mario se sentía, al igual que Rafa, más cómodo con el violín.   

El cuarto componente era Ángel e iba un curso por delante.

Este ejecutaba limpiamente cualquier pieza tanto en cuerda como en viento o en percusión, pero principalmente gustaba de usar sintetizadores. A través de él la música brotaba libre y cambiante cuando a veces improvisaba junto a su hermana Ada nuevas piezas, que más tarde con paciencia pulían y sincronizaban en un conjunto armónico combinado de instrumentos y voces; con su propia voz, Ada lo enriquecía en un canto sencillo y sublime, componiendo a menudo letras tan breves como elevadoras.

Ella habría de convertirse en el quinto miembro del equipo. Desde hacía ya un tiempo los hermanos realizaban algunas audiciones y recitales. Cuando Ángel les habló de esto, todos supieron que Ada sería parte del proyecto.   

Y la idea se hizo forma a través de la voluntad y el deseo dirigido al objetivo común. Con diligencia y ritmo los pasos fueron materializándose hasta dar a luz ese perfil intuido por todos que había ido tomando relieve y definición a lo largo del esfuerzo conjunto. Sugerencias y modificaciones atemperando cualquier disensión. Los obstáculos fueron salvados, y en la riqueza de matices de tan diversas personalidades encontraron un espacio común superior donde aunar esfuerzos y logros. Buscaron guía en aquellos que sabían más, que tenían mayor bagaje en tamaña empresa. Tomaron modelo de otros grupos que plasmaban el tipo de mensaje que ellos querían transmitir.

Ahondaron en su interior para encontrar las fuerzas y la claridad que necesitaban para sacar de sí las verdaderas joyas de sus Corazones, conectándose con ese estímulo venido desde lo más alto de sus Seres.

Encontraron el modo de expresarlas conjugándolas en un todo unificado y plural.

La apuesta conjunta fructificaba en medio de la alegría, el vigor y también la tolerancia. Si caían en el desánimo, rápidamente desplazaban su atención hacia el polo positivo recuperando el ímpetu. 

Su mayor deseo era liberar a través de sus conciertos ese pedazo de Vida contenida en cada segmento de sus creaciones.     

Deseaban transmitirla lo más fielmente posible y despertar así la Música latente en cada oyente, en la misma Naturaleza y en cualquier parte de la Vida que les rodeaba.

Gozaban todas las fases de su creación, y esa felicidad se revelaba a través de cada composición. Sentían cómo las rimas y los acordes y los silencios aportaban un nuevo aliento... Poco a poco se convirtieron en un centro proyector de esas Aladas Formas del Mundo Celestial.    

Hasta aquí hemos llegado; la narración ha concluido. Solo decirte que con aplicación, aplicación y aplicación estos chicos llegaron a formar una maravillosa orquesta. Seguro que también tú haces tus propias aplicaciones en tu día a día. Espero que el ejercicio que te voy a plantear te ayude a reflexionar y ser más consciente del modo en que la Vida opera, de forma que sepas y te atrevas a mejorar la elección de cada uno de tus actos.

Recordemos una de las premisas ya aceptada desde la más remota antigüedad y que forma parte del Saber en todos los tiempos, y es que el Universo entero se encuentra regido por una Ley que lo Ordena.

Esto ocurre a todos los niveles: dentro de nosotros mismos y en lo que nos envuelve, en el más alejado de los astros, e incluso en el mismísimo Centro de la Creación.

Esta Gran Ley Universal, inmutable y omniabarcante, es tan profunda que para poder comprenderla tenemos que abordarla por aspectos, y es así que se la conoce desglosada en lo que denominamos ´Las Siete Leyes o Principios Universales´, a saber: Ley de Mentalismo, de Correspondencia, de Vibración, de Polaridad, de Ritmo, de Causa y Efecto y, por último, Ley de Generación.    

Ya es hora, pues, de formularte la pregunta:

¿Sabrías ver reflejada en este cuento la Acción de la Ley Interna? ¿Qué puntos de la narración señalarías como ejemplos donde opera cada una de estas Siete Leyes?   

 Verás que en su mayor parte evidencian la actividad de más de una Ley a la vez, y eso es lo natural.

Te invito, pues, a que busques entre líneas; vuélvelo a leer y ¡localízalas!... Si fuera el caso de que no las conoces, no te preocupes; recuerda que, cuando la Vida te ofrece una oportunidad, los medios para aprovecharla siempre están a la mano.

Puede que de momento prefieras dejarlo estar o puede que sí estés interesado. Si este último es el caso, te aconsejo una máxima siempre presente: abre los ojos y tu espíritu, ten la disponibilidad, y la Vida hará el resto.

Amigo lector, gracias por tu colaboración y ¡feliz pesquisa!      


FIN

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